Carta abierta de Reporteros sin Fronteras a las autoridades de Túnez

Con ocasión del primer aniversario de la Revolución Tunecina, Reporteros sin Fronteras envía una carta abierta a las nuevas autoridades de Túnez en la que la organización expresa sus preocupaciones. Moncef Marzouki, Presidente de la República
Hamadi Jebali, Primer Ministro
Mustafa Ben Jafar, Presidente de la Asamblea Constituyente
Señoras y señores, miembros electos de la Asamblea Constituyente


12 de enero de 2012, Túnez
Ustedes, autoridades recientemente electas por voluntad del pueblo, tras un primer escrutinio democrático en Túnez desde hace más de un cuarto de siglo, son los garantes de las experiencias y los aprendizajes de la revolución, que se saldó con la partida de Zine el-Abidine Ben Ali el 14 de enero de 2011. Creemos fundamentalmente que la libertad de expresión y la libertad de información son parte central del futuro democrático de toda nación. Si estos principios se convirtieron en una realidad en el Túnez pos Ben Ali, es responsabilidad de todos y de cada uno preservarlos. Desde hace varios meses, gracias a su oficina establecida en la capital, Reporteros sin Fronteras sigue de cerca la evolución del campo mediático tunecino, tanto en la capital como en las otras regiones, al igual que las dificultades relacionadas con su renovación, en especial en el área audiovisual. Hay que subrayar que las primeras elecciones libres en Túnez fueron cubiertas por cadenas televisivas que ya existían en tiempos del ex presidente, predador de la libertad de prensa. Las disposiciones legislativas adoptadas recientemente deberían permitir una apertura del sector para que exista un mayor pluralismo. Consciente de la importancia de la creación de marcos jurídicos sólidos para los medios de comunicación, Reporteros sin Fronteras también ha dado seguimiento a la redacción de proyectos de ley y ha dado su opinión sobre el código de prensa, a título consultivo, a la Subcomisión de Medios de Comunicación dirigida por Ridha Jenayah y que depende de la Alta Instancia para la Realización de los Objetivos de la Revolución, de la Reforma Política y de la Transición Democrática. Las observaciones formuladas por el comité jurídico de la organización han sido tomadas en cuenta en el proyecto de ley adoptado por el gobierno de Béji Caïd Essebsi en vísperas de las elecciones de la Asamblea Constituyente. Si bien existen algunos avances en el área legislativa y con la creación de nuevos medios de comunicación, Reporteros sin Fronteras expresa su preocupación por el hecho de que la presión sobre los periodistas y los medios de comunicación se ha acentuado durante los últimos meses. El eslogan que Reporteros sin Fronteras eligió en octubre pasado para la inauguración de su oficina en Túnez: ‘¿Libres hasta cuándo?’ nos parece particularmente de actualidad. La violencia policíaca contra dos periodistas el 3 de enero pasado, así como la registrada en los meses de mayo y julio de 2011, es muy preocupante. Estos actos violentos no dejan de recordarnos los métodos policíacos y de seguridad represivos empleados en una época que todos pensábamos había pasado. El Ministerio del Interior debe abrir investigaciones de manera sistemática sobre las agresiones cometidas por sus agentes contra profesionales de la información. Sus resultados deben hacerse públicos. Por otra parte, deberían organizarse, en colaboración con organizaciones de defensa de la libertad de prensa en Túnez, sesiones de sensibilización para las fuerzas del orden sobre el trabajo que realizan los periodistas (y viceversa). Asimismo, los recientes nombramientos de las personas que estarán a la cabeza de los medios de comunicación públicos, anunciados por el Primer Ministro el 7 de enero pasado, contradicen las disposiciones del Artículo 19 del decreto de ley n°2011-116, del 2 de noviembre 2011, y constituyen una violación flagrante de la independencia de los medios de comunicación. Esperamos que el gobierno dé marcha atrás de forma inmediata y anule el nombramiento de jefes de redacción y de director de información. Además, si el Ministerio de Gobierno posee el derecho de organizar los nombramientos administrativos, lamentamos que no haya dado prioridad al establecimiento de la Alta Autoridad Independiente para la Comunicación Audiovisual, como lo enuncia el decreto de noviembre pasado. El intento de prohibir la publicación, el 10 de enero de 2012, de una investigación del semanario El Oula sobre las presuntas ventajas financieras percibidas en el pasado por el nuevo presidente y director de la Televisión Tunecina, Adnène Khedr, bajo la presión de este mismo, sólo refuerza nuestras preocupaciones. Así también, aunque la Agencia Tunecina de Comunicación Exterior (la famosa ATCE), congeló oficialmente sus actividades, permanece una estructura destinada a prohibir la distribución de ciertos periódicos en el país… como en tiempos de Zine el-Abidine Ben Ali. Así, recientemente dos semanarios franceses, L’Express y Le Nouvel Observateur, no pudieron ser distribuidos en Túnez debido a la publicación de representaciones del Profeta. Las autoridades deben esclarecer si se estableció, o no, un mecanismo de censura previa. Práctica que constituiría el retorno a prácticas tristemente famosas. Reporteros sin Fronteras también quiere expresar su preocupación por los riesgos que el ascenso del extremismo religioso hace correr a la libertad de prensa en Túnez. Movimientos salafistas han recurrido a ciertas técnicas de intimidación para desalentar a los periodistas que quieren tratar temas relativos a la religión, sin dudar en ejercer presión sobre los medios de comunicación. El proceso emprendido en octubre pasado contra la cadena Nessma y su principal accionista por la difusión de la película Persépolis, así como la agresión que el 11 de enero de 2012 sufrió Soufiène Ben Hamida, periodista de la cadena, a quien ya le habían pintado en el auto la palabra “infiel”, demuestra que los periodistas y los medios de comunicación tunecinos necesitan más que nunca que las autoridades se pronuncien a favor de la libertad de expresión y del derecho de los periodistas de hacer su trabajo sin ser amedrentados. Hoy más que nunca es momento de que las nuevas autoridades asuman sus responsabilidades frente a todos estos problemas. Deben enviar una fuerte señal a todos aquellos que burlan la libertad de expresión y la libertad de los periodistas de poder informar con toda independencia. Más allá de polémicas, de cuestiones políticas y de convicciones religiosas individuales, la libertad de expresión, como primer aprendizaje de la revolución, debe ser objeto de consenso y ser protegida por todos. Es responsabilidad de todos. Es el punto de partida hacia la libertad. Es el punto de retroceso hacia la dictadura. Reporteros sin Fronteras permanece a su lado para hacer de estos retos de hoy, una realidad mañana. Seguimos a su disposición para dialogar de manera precisa y detallada sobre los puntos relevantes en este correo. Señoras y señores les enviamos nuestros saludos democráticos más cordiales. Jean-François Julliard
Secretario General de Reporteros sin Fronteras
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Updated on 20.01.2016