Camerún: el periodista Samuel Wazizi murió mientras estaba detenido
Reporteros sin Fronteras (RSF) pide a las autoridades que abran una investigación rigurosa e independiente para esclarecer las circunstancias que condujeron a la muerte del periodista camerunés Samuel Wazizi mientras estaba detenido por los militares en régimen de incomunicación. Una cadena nacional de Camerún ha revelado que el periodista está muerto, algo que corrobora el sindicato de periodistas y que han confirmado directamente a RSF fuentes militares cercanas al caso.
Samuel Wazizi está muerto. Las primeras informaciones al respecto las hizo el canal privado Equinoxe TV en el informativo del 2 de junio a las 20h, indicando que el periodista había fallecido durante su traslado a Yaundé en una fecha desconocida y citando "fuentes cercanas a la jerarquía militar". Posteriormente, el presidente del Sindicato Nacional de Periodistas Cameruneses (SNJC) confirmó estos hechos.
Contactado por RSF, un militar de alta graduación muy cercano al caso también corroboró la información, indicando que el periodista estaba "enfermo" y que había muerto, sin dar más detalles. Una fuente del hospital militar de Yaundé, también contactada por la organización, confirmó que el cuerpo del periodista llegó al depósito de cadáveres el lunes "fuertemente custodiado". El Ministro de Comunicaciones y el portavoz del gobierno, René Emmanuel Sadi, junto al responsable de comunicación del Ministerio de Defensa no respondieron a las llamadas y mensajes de RSF.
Ni los familiares, ni los abogados del periodista habían tenido noticias suyas desde su arresto hace diez meses en Muea, región del suroeste de habla inglesa. Wazizi, que era presentador del canal regional Chillen Media Television (CMTV) fue detenido el 2 de agosto de 2019 antes de ser recogido, cinco días después, por los soldados de la 21ª brigada de infantería de Buéa, capital de la región suroeste. Se acusó al periodista de haber criticado en su canal a las autoridades y la gestión de la crisis en las regiones de habla inglesa de Camerún. El conflicto entre los separatistas, partidarios de una mayor autonomía en sus regiones, y el ejército camerunés ha dejado más de 3.200 muertos y 700.000 desplazados en los últimos tres años.
"La muerte de este periodista detenido en régimen de incomunicación por los militares sin ningún procedimiento legal es el peor abuso cometido contra un profesional de la información en Camerún en los últimos diez años", denuncia Arnaud Froger, jefe del departamento para África de RSF. “¡Nada justifica su detención en un cuartel y nada puede excusar su muerte! Las turbias circunstancias de este caso aún deben ser aclaradas. ¿Murió el periodista como resultado de los abusos sufridos durante su detención, como temen sus abogados? ¿Estaba enfermo y privado de los cuidados apropiados como sugirió una fuente militar contactada por RSF? Pedimos a las autoridades camerunesas que rompan el silencio intolerable que rodea este caso, que devuelvan el cuerpo del periodista a su familia y que lleven a cabo una investigación seria e independiente para establecer la cadena de responsabilidades y las circunstancias que condujeron a este trágico acontecimiento"
Samuel Wazizi no compareció ante el Tribunal Superior de Fako, en la región suroeste, el 28 de mayo, lo que refuerzó las sospechas y las preocupaciones de sus abogados expresadas antes de la audiencia de que el periodista probablemente estuviera muerto. El caso se aplazó rápidamente y se pospuso hasta el 9 de junio.
La última muerte de un periodista en una prisión de Camerún fue el 22 de abril de 2010. Ngota Ngota Germain, editor de Camerún Express y más conocido como Bibi Ngota, murió "de infecciones oportunistas relacionadas con el VIH" según una versión oficial. Sin embargo, su familia, convencida de que el periodista fue privado de los cuidados adecuados para su asma e hipertensión, nunca se creyó esa versión.
RSF continúa luchando, desde hace varios meses, para que el ex director general de CRTV, la televisión pública camerunesa, no corra la misma suerte. Amadou Vamoulké lleva casi cuatro años en prisión preventiva, tiene 70 años y se ha detectado, al menos, un caso de coronavirus entre los prisioneros de la cárcel de Kondengui, en Yaundé, donde continúa recluido. RSF, que lleva meses su solicitando evacuación médica, acaba de remitir el caso al relator de la ONU sobre el derecho a la salud.
Camerún ha bajado tres puestos y se encuentra el 134º de 180 países en la Clasificación Mundial de Libertad de Prensa establecido en 2020 por RSF.