Asesinan en una emboscada a un periodista al que le habían retirado la protección policíaca
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El periodista Pablo Medina fue asesinado el 16 de octubre de 2014 en una emboscada en el departamento de Canindeyú, al nordeste del país, una región conocida por el tráfico de marihuana y de madera.
El 16 de octubre pasado, alrededor de las 14:00 horas, el periodista Pablo Medina, corresponsal del diario ABC Color de 53 años de edad, fue interceptado por dos sujetos cuando regresaba de hacer un reportaje en la colonia indígena de Ko’ê Porã, en Villa Ygatimí, a unos 50 kilómetros de Curuguaty. Los hombres le pidieron que se identificara y luego le dispararon varias veces en la cabeza y el pecho. Pablo Medina estaba acompañado por su asistente, quien también fue víctima de los disparos y falleció antes de llegar al hospital. El diario ABC Color es uno de los principales periódicos del país. El presidente de la República, Horacio Cartes, afirmó en un comunicado de prensa que el gobierno se comprometía a: “realizar todas las investigaciones pertinentes; este lamentable suceso debe ser esclarecido de inmediato”.
Pablo Medina había recibido amenazas numerosas veces debido a sus reportajes sobre el narcotráfico. El periodista contaba con una escolta policíaca, pero esta protección se le retiró en septiembre de 2013. Según las autoridades, los responsables del asesinato serían los narcotraficantes de la región. La policía arrestó a cuatro sospechosos la noche siguiente a la que ocurrió el crimen.
“Reporteros sin Fronteras expresa su más sincero pésame a la familia de Pablo Medina y a la de su asistente, Antonia Almada”, señaló Lucie Morillon, Directora de Programas de Reporteros sin Fronteras. “Exhortamos a las autoridades a que lleven a cabo una investigación independiente para identificar a los autores materiales e intelectuales de este asesinato. También es fundamental que las autoridades aclaren las razones por las que Pablo Medina ya no recibía protección policíaca, a sabiendas de que era blanco de amenazas constantes. Los periodistas que se encuentran amenazados deben gozar de medidas de protección. Es responsabilidad del Estado garantizar la protección de los periodistas que ejercen su oficio en su territorio y luchar contra la impunidad de los crímenes cometidos en su contra”, agregó.
El hermano del periodista, Salvador Medina, fue asesinado en la misma región el 5 de enero de 2001; él también denunciaba y hacía una crítica cobertura de las actividades de los narcotraficantes en su programa de la radio comunitaria Ñemity FM. El responsable del crimen fue condenado a 25 años de prisión, pero la investigación no logró identificar quién fue el autor intelectual del homicidio.
Pablo Medina es el tercer periodista asesinado en el país desde el inicio del año. Edgar Pantaleón Fernández Fleitas y Fausto Gabriel Alcaraz fueron asesinados en junio y maio, respectivamente, cerca de la frontera con Brasil; también realizaban reportajes sobre temas relacionados con la corrupción y el crimen organizado. Paraguay se encuentra en el lugar 105, entre 180 países, en la edición 2014 de la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de Reporteros sin Fronteras.
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Updated on
20.01.2016