Afganistán: asesinadas en plena calle tres jóvenes colaboradoras de un canal de televisión
Tras el asesinato de Sadida Sadat, Shahnaz Roufi y Mursal Waheedi, tres empleadas de un canal de televisión que fueron abatidas a tiros este 2 de marzo en las calles de Jalalabad (en el este de Afganistán), Reporteros Sin Fronteras (RSF) insta a Naciones Unidas a tomar urgentemente medidas concretas para frenar la creciente violencia contra los periodistas, así como para garantizar su protección.
Sadida Sadat y Shahnaz Roufi, dos empleadas del servicio de doblaje de Enekaas TV, murieron por los disparos de hombres armados este martes, alrededor de las 16:30, hora local, en un callejón de Jalalabad, mientras caminaban hacia su casa desde su trabajo. Su colega Mursal Waheedi, que había tomado un motocarro para volver a casa, también fue asesinada a tiros. Las tres mujeres tenían entre 20 y 21 años.
El ataque, del que los talibanes niegan ser responsables, ha sido reivindicado por el grupo Estado Islámico. Por su parte, la policía de Jalalabad ha anunciado que se ha detenido a dos sospechosos.
Hace tres meses que la periodista estrella de Enekaas TV, Malalai Maywand, fue asesinada a tiros junto con su chofer, Taher Khan, en circunstancias similares. Maywand era además representante del Centro Afgano para la Protección de las Mujeres Periodistas (CPAWJ) en Jalalabad.
“RSF lamenta y denuncia este nuevo asesinato de profesionales de los medios en Afganistán. El país debe detener esta terrible serie negra”, declara Reza Moini, responsable del departamento de RSF para Irán y Afganistán. “Se necesitan con urgencia medidas concretas para detener la creciente violencia contra los periodistas y para protegerlos. Instamos a las autoridades a realizar una investigación digna y, a la comunidad internacional, incluidas las embajadas de Estados Unidos, Francia y Alemania en Afganistán, que apoye la petición de RSF al fiscal de la Corte Penal internacional para que se incluyan estos crímenes en su investigación sobre la trágica situación de los periodistas en el país”.
Transcurrido un año desde el acuerdo de paz entre los talibanes y Estados Unidos -firmado el 29 de febrero de 2020-, y cinco meses desde el comienzo de las negociaciones de paz entre los talibanes y el gobierno afgano -el 12 de septiembre de 2020-, los resultados son catastróficos para la libertad de prensa en Afganistán. Al menos nueve periodistas y colaboradores de medios han muerto en ataques selectivos desde finales de 2020.
En una carta al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas con fecha del 18 de noviembre de 2020, la comunidad periodística afgana expresó las preocupaciones de los periodistas y los medios de comunicación sobre la violencia y las crecientes amenazas dirigidas contra ellos.
Afganistán ocupa el puesto 122 entre 180 países en la Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa de RSF.