Reporteros sin Fronteras denuncia el peligro que se cierne sobre Melchor López Rendón, director de Radio Mixteca en Santiago Juxtlahuaca (Estado de Oaxaca, Sur), tras el ataque a disparos de su residencia, que tuvo lugar el 18 de abril de 2008. La organización está también preocupada por el recrudecimiento de las amenazas a los profesionales de la prensa en el resto del país.
Reporteros Sin Fronteras hace un llamamiento a las autoridades del Estado de Oaxaca (Sur) para que garanticen la protección de Melchor López Rendón, director de Radio Mixteca, cuya residencia fue acribillada a balazos por unos desconocidos, el 18 de abril de 2008, en Santiago Juxtlahuaca. La organización se dirige igualmente a la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Cometidos contra Periodistas (FEADP) para que adopte medidas firmes ante el recrudecimiento de los ataques a los profesionales de la prensa.
“Los disparos efectuados contra el domicilio de Melchor López Rendón no son más que el último episodio de una larga serie de amenazas al director y a los empleados de Radio Mixteca. La impotencia de las fuerzas de seguridad es tanto más grave cuanto se conoce, sobre todo después del asesinato de las trabajadoras de la radio comunitaria La Voz que Rompe el Silencio, ocurrido el pasado 7 de abril, la gravedad de los ataques a periodistas en Oaxaca. Nos dirigimos a las autoridades del Estado pidiéndoles que garanticen la seguridad inmediata de todos los trabajadores de la emisora, y a la Fiscalía Especial, que tiene la responsabilidad de terminar con la impunidad que impera en ese Estado meridional, y en las demás regiones del país”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
En la noche del 17 de abril de 2008, Melchor López Rendón se marchaba en coche de las instalaciones de Radio Mixteca cuando se dio cuenta de que le estaba siguiendo un pick-up blanco, de la marca Jeep Liberty. Tras intentar despistar a sus perseguidores, el periodista se escondió y avisó a la policía. “Desde donde estaba escondido, pude ver como la camioneta Jeep Liberty seguía dando vueltas alrededor de la emisora, acompañada de otros tres pick-up: un Nissan X-Terra de color gris, un Ford Explorer blanco y un Jeep Gran Cherokee blanco. Ello confirmó mi hipótesis de que me estaban buscando a mi”, ha confiado Melchor López Rendón a Reporteros sin Fronteras. Al día siguiente por la mañana su esposa le llamó para contarle que una ráfaga de disparos había alcanzado a la fachada de su residencia.
Según el director de Radio Mixteca, las amenazas podrían ser obra de algunos elementos del Movimiento Unificado de Lucha Triqui (MULT), un grupo que ya le había conminado a no emitir información sobre el asesinato de Teresa Bautista Flores y Felicitas Martínez, las presentadoras de la emisora comunitaria La Voz que Rompe el Silencio asesinadas a disparos hace tres semanas en San Juan Copala, a unos treinta kilómetros de allí. Melchor López Rendón sospecha también de la implicación de algunos políticos de la región, descontentos con las posturas editoriales de Radio Mixteca. “Desde el comienzo de la programación, el 23 de abril de 2007, hemos sido víctimas de amenazas, chantajes y represión”, ha dicho el responsable de la emisora a Reporteros sin Fronteras.
Los últimos ataques a la prensa no se han limitado al Estado de Oaxaca. En Ciudad Victoria (Tamaulipas, Noreste), no pudo salir la edición del 16 de abril de 2008 del diario El Cinco porque tres personas armadas entraron en la imprenta del periódico, y agredieron al gerente. Los pocos ejemplares que llegaron a los kioskos fueron sistemáticamente comprados por desconocidos, a un precio superior al de venta.
En Zacatecas (Centro), en la noche del 14 de abril, la familia de Martín Carcaño, periodista del grupo Noticias en Tiempo Real y colaborador del suplemento “La Semana” del diario El Sol de Zacatecas, fue amenazado por teléfono por una desconocida, que dejó el siguiente mensaje: “Él (Martín Carcaño) que cuide su lengua, porque la tiene muy floja. Si no, nos vamos a ir a por su familia”. Según el periodista, las amenazas estarían relacionadas con un artículo, publicado en “La Semana”, en el que criticaba la gestión de la gobernadora del Estado, Amalia García Medina.
El mismo día, Silvia Otero, empleada del diario nacional El Universal, recibió una llamada telefónica de Omar Cerecedo, abogado de Daniel Pérez Rojas, cuya detención en Guatemala, por pertenencia a un cartel de la droga, fuera anunciada la víspera por la periodista. El abogado la insultó y le aconsejó que “se cuidara y se encomendara a Dios”.