Absuelto Arezki Aït-Larbi tras diez años de procedimiento judicial
Organización:
Reporteros sin Fronteras se congratula ante el anuncio, el 30 de mayo de 2007, de la absolución del corresponsal en Argelia de los diarios franceses Le Figaro y Ouest-France, quien se encontraba inmerso en un procedimiento judicial desde que en 1997 le denunciara por “difamación” Abdelkader Sallat, antiguo director de prisiones del Ministerio de Justicia. Juzgado por primera vez, en su ausencia, hace diez años, el 23 de mayo tuvo derecho a que se celebrara otra vista.
Una vez conocida la sentencia, en un comunicado de prensa Arezki Aït-Larbi se dirige al Ministerio de Justicia pidiéndole, por una parte, “una investigación administrativa para establecer las responsabilidades en este procedimiento excepcional que durante diez años ha instrumentado el aparato judicial, por complicidades de clan” y, por otra, “una información judicial por “crímenes contra la humanidad”, a causa de los graves atentados a la dignidad humana cometidos durante el proceso”. En efecto, el artículo incriminado denunciaba las condiciones de detención en las cárceles argelinas.
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29.05.2007
Reporteros sin Fronteras pide a la justicia que proteja a la prensa independiente
Reporteros sin Fronteras está indignada con la condena, a dos meses de cárcel por “difamación”, de dos periodistas del diario El Watan. Por otra parte, a la organización le preocupa la sentencia, que deberá hacerse pública el 30 de mayo de 2007, del juicio de Arezki Aït-Larbi, corresponsal en Argelia de varios diarios extranjeros.
“Mientras las autoridades argelinas no procedan a despenalizar los delitos de prensa, los profesionales de los medios de comunicación trabajarán con la amenaza de verse arrojados a la cárcel. Y como las más altas autoridades país continúan mostrándose recalcitrantes a cualquier petición de reforma, hacemos un llamamiento a los jueces que deben dictaminar en asuntos de prensa para que den muestras de valor e independencia, con el fin de proteger a los periodistas y restablecer el derecho a la información”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Omar Belhouchet, director de publicación de El Watan, y su cronista Chawki Amari, fueron condenados el 27 de mayo de 2007 a dos meses de prisión incondicional, y al pago de una multa de un millón dinares (el equivalente a 10.635 euros). Su abogado, el letrado Zoubeir Soudani, habló de las muchas irregularidades del procedimiento. Por otra parte lamentó la reciente decisión del Tribunal Supremo de autorizar la presentación de denuncias en los lugares de distribución, y no solamente en el lugar de publicación de los periódicos. Ambos periodistas han apelado ya la sentencia. En diciembre de 2006, el tribunal de primera instancia de Jijel (a 360 km. al este de Argel) les condenó, en su ausencia, a tres meses de cárcel como consecuencia de la denuncia de “difamación y desacato” presentada por el prefecto de la ciudad, al que unos meses antes habían acusado de corrupción en las páginas del periódico. Como los periodistas no fueron informados de la denuncia, ni citados ante el tribunal, pudieron conseguir que se celebrara otro juicio.
Por otra parte, el 16 de mayo de 2007 Jamal Belkadi, uno de los corresponsales de El Watan en Constantine ( a 289 km. al este de Argel), sufrió una brutal agresión del jefe de seguridad de la prefectura cuando tomaba fotos en el lugar en que se había producido un atentado. Le confiscaron la cámara fotográfica, que le fue devuelta dos días más tarde. Para su sorpresa, el periodista recibió una citación para presentarse en los locales de la prefectura, donde le comunicaron que se le había abierto un expediente judicial. Acusado de “franquear el perímetro de seguridad”, Jamal Belkadi debería comparecer próximamente ante un juez. Los demás periodistas presentes en el lugar del atentado no han tenido el mismo problema.
En otro caso de “difamación”, el 30 de mayo de 2007 el tribunal correccional de Argel emitirá la sentencia del juicio del periodista Arezki Aït-Larbi, corresponsal entre otros de los diarios franceses Le Figaro y Ouest-France. Le denunció el director de una penitenciaría al que el periodista acusó de sevicias a los presos, en un artículo publicado en 1994. Arezki Aït-Larbi tuvo conocimiento de la denuncia en mayo de 2006, tras efectuar la petición de renovación del pasaporte, lo que le negaron en un primer momento. En abril de 2007 el periodista fue detenido en el aeropuerto de Argel, en cumplimiento de una orden de detención que databa de 1997.
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20.01.2016