Al iniciar su día número 171 en la cárcel, el blogger y periodista independiente Josh Wolf ya ha cumplido uno de los períodos de detención más largos para un periodista norteamericano, en su propio suelo. De nuevo, Reporteros sin Fronteras pide su libertad y una “ley escudo” federal, garantizando a los periodistas la protección de sus fuentes.
El 6 de febrero de 2007 Josh Wolf inició su día número 171 de detención en la penitenciaría federal de Dublín (California). La estancia a la sombra del blogger y periodista independiente, de 24 años de edad, es una de las más largas efectuadas nunca por un periodista norteamericano, en su propio país. La también periodista independiente Vanessa Leggett pasó 168 días entre rejas, del 20 de julio de 2001 al 4 de enero de 2002, por motivos similares. Reporteros sin Fronteras hace de nuevo un llamamiento al Congreso para que se reconozca a los periodistas la protección del secreto de sus fuentes a nivel federal, y pide la libertad del joven blogger.
“Lo mismo que Vanessa Leggett, que se negó a facilitar sus fuentes a la justicia federal, Josh Wolf fue encarcelado por orden de ésta, por no entregarle unos archivos de vídeo. Estos encarcelamientos, escandalosos tanto por principio como por su duración, ponen de manifiesto la inquietante evolución de la libertad de prensa en Estados Unidos. En la actualidad hay otros periodistas que podrían ir a la cárcel, por idénticos motivos. El Congreso federal no puede permanecer más tiempo silencioso sobre la crucial cuestión del secreto profesional, reconocido a los periodistas en 33 Estados de la Unión. Reiteramos nuestro llamamiento en favor de una “ley escudo” federal en este sentido, y de una rápida liberación de Josh Wolf, cuyo trabajo ni siquiera concierne al terreno de la seguridad nacional, a semejanza del de Vanesa Leggett”, ha declarado Reporteros sin Fronteras.
Josh Wolf, autor de un documental sobre una manifestación contra el G8 en San Francisco, en 2005, se negó a entregar sus archivos de vídeo a la justicia federal, que se los pidió en el marco de la investigación de un gran jurado sobre los daños ocasionados a un vehículo policial, durante los hechos. El blogger y periodista independiente fue condenado por “desacato al tribunal” y encarcelado, por primera vez, del 1 de agosto al 1 de septiembre de 2006. Como resultado de un procedimiento de apelación, la sentencia quedó confirmada y a Josh Wolf volvieron a enviarle a la penitenciaría federal de Dublín, cerca de San Francisco, el 20 de septiembre de 2006. La suma de sus dos estancias en la cárcel eleva ahora el total de su internamiento a 171 días.
El 30 de enero de 2007, la justicia federal ha rechazado la última demanda de libertad de los abogados del blogger. Por tanto, Josh Wolf continuará encarcelado mientras siga negándose a someterse a la orden judicial, hasta que expire el plazo de la investigación de un gran jurado sobre el asunto del coche policial estropeado. Según la organización Reporters Committee for the Freedom of the Press (RCFP), la fecha de expiración de esa investigación, fijada en principio para julio de 2007, podría prolongarse hasta enero de 2008. Según la ley federal, la duración máxima de la detención de una persona condenada por lo civil, por “desacato al tribunal”, no puede exceder de dieciocho meses.
El 20 de julio de 2001 Vanessa Leggett fue encarcelada, por orden de un tribunal federal de Houston (Texas). La periodista independiente investigaba el asesinato, cometido en 1997, de la mujer de un millonario tejano, y pensaba publicar un libro sobre el caso. Entre otros había entrevistado al cuñado de la víctima, sospechoso del crimen antes de suicidarse, pero se negó a testimoniar ante la justicia federal. Tras pasar 168 días en la cárcel, Vanessa Leggett recuperó la libertad el 4 de enero de 2002.
El recurso al encarcelamiento en este tipo de casos ha adquirido proporciones alarmantes a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001. Con frecuencia, la “seguridad nacional” ha servido de pretexto para condenar a periodistas que invocaban el secreto profesional. Por negarse a facilitar sus fuentes en un caso relativo a la divulgación de la identidad de una ex agente de la CIA, en la que estaba implicado el entorno de la administración Bush, Judith Miller, que entonces trabajaba en el New York Times, cumplió tres meses y medio de cárcel, del 6 de julio al 29 de septiembre de 2005.
A Lance Williams y Mark Fainaru-Wada, periodistas del diario San Francisco Chronicle, que investigaron un caso de tráfico de productos dopantes -también sin ninguna relación con la seguridad nacional- la justicia federal les ha pedido que faciliten sus fuentes, so pena de encarcelamiento. La vista de la apelación está prevista para el próximo 5 de marzo.
Aparte de Josh Wolf, las autoridades norteamericanas mantienen detenido sin cargos, desde el 13 de junio de 2002, al camarógrafo sudanés de Al-Jazira Sami Al-Haj, en la base militar de Guantánamo (Cuba) (cf. comunicado del 10 de enero de 2007).
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