Desde el comienzo de la guerra, el 19 de marzo de 2003, en Irak han matado a 153 periodistas y colaboradores de medios de comunicación. Simbólicamente, Reporteros sin Fronteras reunió, el 16 de marzo de 2007, los retratos de 153 periodistas franceses vivos, con el fin de llamar la atención del público sobre los estragos causados por los ataques a la prensa en Irak.
Cuatro años después del inicio de la guerra de Irak, en marzo de 2003, Reporteros sin Fronteras ha reunido a 153 militantes y voluntarios en la Explanada de los Derechos Humanos de París, para representar a los 153 periodistas y colaboradores de medios de comunicación muertos en el país. Han enarbolado los retratos de 153 periodistas franceses y, para llamar la atención del público, francés y extranjero, sobre la situación de los medios de comunicación en Irak, han mostrado una pancarta: “Irak: en cuatro años han matado a 153 periodistas. ¿Y si ocurriera en Francia?”.
Cuatro años después de la entrada de las fuerzas norteamericanas en Irak, en marzo de 2003, el balance de los profesionales de los medios que han muerto no cesa de aumentar. Hasta el día de hoy han perecido 153 periodistas y colaboradores, en lo que se ha convertido en el terreno más arriesgado del planeta para la prensa. Cerca del 83% de los profesionales muertos en el país desde el comienzo del conflicto eran de nacionalidad iraquí. Ningún periodista puede sentirse seguro en ninguna parte, desde Bagdad hasta Kurdistán. Frecuentemente les atacan a la salida de su domicilio, o de su oficina. Según el corresponsal de Reporteros sin Fronteras, cuando se echa en falta a algún periodista sus familiares y colaboradores preguntan, en primer lugar, en la morgue. Entre las víctimas hay periodistas de diferentes redacciones, aunque la inmensa mayoría trabajaban en medios públicos iraquíes. Se les acusa de trabajar para el gobierno, al que se considera cercano a la administración norteamericana. Pero otros se convierten en objetivos por su pertenencia a un medio de comunicación afiliado a una confesión, o a un partido político.
Por otra parte, se han acelerado los secuestros de periodistas. Desde marzo de 2003 han secuestrado en total a 64 profesionales de los medios de comunicación. A 17 de ellos los ejecutaron. Y sigue sin haber noticias de otros once. Así, cuando ha pasado más de un año del secuestro, ocurrido el 1 de febrero de 2006, de la periodista iraquí Rim Zeid, y de su colega Marouane Khazaal, que trabajan en el canal local de televisión Sumariya TV, los secuestradores no han dicho nada todavía.