Irak: RSF condena las agresiones y la censura a la prensa en las manifestaciones
Reporteros sin Fronteras condena los numerosos ataques a periodistas la semana pasada por parte de las fuerzas de seguridad iraquíes en la dispersión de protestas contra la corrupción. Este uso desproporcionado de la fuerza constituye una restricción del derecho a informar.
La cantidad de informadores agredidos alcanza a periodistas de al menos 14 medios desde que empezaron las protestas, el 1 de octubre, que se extendieron por todo el país.
En la plaza Tahrir de Baghdad resultaron heridos miembros de varios equipos de televisión cuando intentaban filmar la contención de la manifestación con gas lacrimógeno por parte de la policía. "La cobertura de manifestaciones es muy difícil y diferente de la habitual porque la dispersión de los manifestantes afecta a automáticamente a los periodistas", cuenta Mazen Alwan, de Dijlah TV, al sindicato de periodistas iraquíes.
El 2 de octubre fue detenido el periodista Arshad Al-Hakem, de Al Rasheed TV, en la plaza Tayeran, también de Baghdad. Estuvo varias horas retenido por la policía. Otros dos periodistas, Ahmed Al-Rekabee y Ali Fadhel, también fueron detenidos, mientas que el consejo provincial de la localidad vecina de Al-Anbar ha prohibido "toda actividad de los medios".
"Esta reacción contra la prensa por parte de las autoridades es desproporcionada e injustificada", afirma Sabrina Bennoui, responsable de la oficina de Oriente Medio de Reporteros sin Fronteras. "En lugar de prohibir todas las actividades de los medios, las fuerzas de seguridad y las autoridades locales tienen el deber de garantizar la seguridad de los periodistas para que puedan hacer su trabajo".
Varias fuentes han informado que a 180km de la capital, en Diwaniyah, una unidad de fuerzas especiales impidió también a los periodistas hacer su trabajo. Se ha conocido un video en el que se observa al reportero Zaid Al-Fatlawi siengo agredido por miembros de esta unidad mientras otros intervienen. "Es un periodista", se escucha gritar a alguien. El video finaliza con un militar tapando la cámara y obligando a quien lo graba a dejar de hacerlo.
Además, el 2 de octubre las autoridades han bloqueado el acceso a varias redes sociales, incluidas Facebook y WhatsApp, tras el segundo día de protestas. Pero los iraquíes siguen difundiendo información utilizando servidores que les permiten eludir el bloqueo.
Irak ocupa el puesto 156 de los 180 países que conforman la actual Clasificación Mundial de la Libertad de Prensa elaborada anualmente por Reporteros sin Fronteras.