Antaño baluarte de la libertad de prensa, la región administrativa especial china de Hong Kong ha sufrido un retroceso sin precedentes desde que Pekín adoptó, en 2020, una ley sobre la seguridad nacional destinada a silenciar las voces independientes.
Panorama mediático
Antigua colonia británica, Hong Kong posee un entorno mediático dinámico, con centenares de publicaciones y más de 15 cadenas de televisión. Desde su retrocesión a China, en 1997, la mayoría de los medios han caído en manos del gobierno o de grupos prochinos. En 2021, las autoridades cerraron por la fuerza dos grandes medios independientes, Apple Daily y Stand News, y al menos cinco cabeceras más cesaron también su actividad por temor a represalias. Desde entonces, un puñado de medios pequeños han sido creados por algunos periodistas que se quedaron sin empleo y los medios de comunicación de la diáspora se están estableciendo en todo el mundo.
Contexto político
El Gobierno de Hong Kong recibe directamente órdenes de Pekín y apoya abiertamente sus tentativas de censura y difusión de propaganda. El grupo audiovisual público Radio Television Hong Kong (RTHK), antaño famoso por sus audaces investigaciones, ha sido sometido al yugo de una dirección progubernamental, que no duda en censurar los programas que le disgustan.
Marco legal
La Ley Fundamental de Hong Kong consagra “las libertades de expresión, de la prensa y de publicación”. Sin embargo, la Ley de Seguridad Nacional sirve de pretexto para amordazar las voces independientes, en nombre de la lucha contra el “terrorismo”, la “secesión”, la “subversión” y la “conspiración con un país extranjero”. Por su formulación ambigua, esta ley parece poder aplicarse a cualquier periodista que escriba sobre Hong Kong, resida o no en el territorio. Las leyes sobre “sedición” también se utilizan ampliamente contra los periodistas.
Contexto económico
La mayoría de los grandes medios son propiedad de facciones favorables a Pekín y los dueños de medios independientes se enfrentan a presiones políticas. En 2021, el gobierno utilizó un arma económica para congelar los activos de Apple Daily y de Stand News, con el objetivo de obligarles a cesar su actividad, lo que provocó el despido de 860 empleados de sus plantillas.
Contexto sociocultural
Los periodistas de Hong Kong están, de facto, divididos en dos grupos: los que trabajan para medios locales en lengua china y los que trabajan para medios en lengua inglesa o internacionales. Los periodistas que trabajan para medios independientes o prodemocráticos están, en general, bien considerados por el público, mientras que los que trabajan para diarios o cadenas de televisión favorables a Pekín tienen peor reputación.
Seguridad
Hong Kong era un lugar muy seguro para los periodistas hasta 2014, cuando los que cubrieron la “revolución de los paraguas” fueron tomados como objetivo por la policía y las facciones pro Pekín. Durante las manifestaciones de 2019, centenares de periodistas fueron víctimas de la violencia policial, detenidos e imputados. Una nueva oleada de detenciones se desató en 2021, cuando una docena de periodistas fueron detenidos por el gobierno, acusados de “crímenes contra la seguridad nacional”.